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miércoles, 28 de marzo de 2001

Los caminos de capitalización de Internet

No hace falta insistir demasiado o aclarar mucho cuando se dice que Internet ha producido un gran impacto en la economía, la comunicación entre la gente, el acceso a determinados conocimientos o informaciones, etc. en los ultimas años.

Este impacto se fue dando en forma gradual, sin embargo como corresponde a nuestros tiempos, se dio en un período mucho más breve que otras irrupciones tecnológicas similares, como han sido la telefonía fija, en una primera instancia, y luego la telefonía móvil entre otras.

Claramente el primer impacto causado tiene que ver con la facilidad de comunicación, a un costo muy razonable, o hasta a veces inexistente, entre personas, empresas o instituciones. Esta comunicación ampliada, casi gratuita, muy poderosa, no es solo escrita, oral, o visual, sino que es “multimedia” e interactiva. Es capaz de transportar diversidad de formatos (foto, video, audio, texto, etc.), no requiere de mucho tramite para ejecutarse, es standard, fácil de utilizar, y accesible desde cada vez más puntos, lo cual permite una versatilidad de uso increíble.

Otro impacto, es evidentemente la transformación sufrida entonces por estos “contenidos” que ahora pueden ser transportados, o accedidos a través de este medio de comunicación. Funcionando como un muy poderoso destructor de barreras físicas (o de entrada) cambia la ecuación de valor previamente asignada al lugar en que se guardaba ese “contenido”, o el valor asignado al medio en que se distribuía o se empaquetaba ese “contenido”.

Basado en estos dos descriptos previamente, el tercer impacto tiene que ver entonces con nuevos o transformados modelos de negocios que aceleran violentamente la tendencia a incrementos notables de volumen como contrapartida de decrementos notables de precios.

A raíz de estos tres efectos, se han encarado diversos proyectos, negocios, se han iniciado tendencias, se ha renunciado a trabajos, se han asustado canales de distribución, etc. en la recientemente terminada “fiebre de Internet”. Esta fiebre, como algunos la han llamado, ha abusado de estos efectos en cuanto a su potencial real de cambiar las cosas, y produjo grandes fiascos desde el punto de vista de inversiones y empleo.

Se han financiado proyectos que no tenían los requisitos básicos de negocio, se generaron olas de contratación que distorsionaron algunos mercados e industrias, y se generó una rotación de gente y empresas que concluye con la caída de los mercados. La consecuente retirada de fondos de inversión del “riesgo Internet”, ha por un lado traído racionalidad prudente al tema, pero también ha dejado sin oxígeno a proyectos que requerían de una segunda o tercera ronda de financiación. Muchos de estos proyectos sí tenían “racionalidad de negocio”, pero al ser construidos en un contexto de capital abundante y relativamente económico, están sufriendo consecuencias similares a las de los que no la tenían.

A que me refiero con “racionalidad de negocio”, bueno pues básicamente me refiero a cualquiera de los juegos de pensamientos de microeconomía / marketing enunciados por los maestros; léase las cuatro P, las tres C, etc. O sea lo mismo que uno analiza cuando encara cualquier inversión, desde la construcción de un conglomerado industrial multinacional, hasta la colocación de un kiosco de venta de golosinas.

¿Quién es el cliente? ¿Cuál es el producto? ¿Quién es la competencia? ¿Qué capacidad tendré de pagar sueldos o comprar inventario?

Estas y otras preguntas básicas en muchos casos se contestaron bajo supuestos endebles, o asumiendo premisas no muy sólidas. En gran parte debido a que no había mucha experiencia, pero creo que también en otra medida no menor, a que se dedicó más tiempo a contestar

¿Cuál es la estrategia de replicación mundial o regional? ¿Cuál es la estrategia de capitalización y de salida para el Angel? Etc.

Pasada la fiebre, quedan ahora los verdaderos problemas a los cuales atacar, en realidad como en cualquier enfermedad estos síntomas siempre estuvieron, pero uno se dedica primero a los más visibles o ruidosos. Es ahora el tiempo de empezar a encontrar sistemáticamente, con racionalidad de negocios, aplicando las técnicas habituales de análisis, etc. cual es el real potencial de uso, de una herramienta tecnológica como Internet.

Si bien en la etapa de la fiebre algunas empresas entendieron esto y comenzaron a trabajar en este sentido, el gran impacto que Internet utilizado integralmente, en el día a día de las empresas esta aún por venir.

Definiendo a Internet como un medio de comunicación, masivo, económico, de alta capilaridad ( se accede ya casi desde cualquier lado), multimedia y multidireccional, se puede entonces aplicar a los problemas básicos de las empresas y buscar entonces soluciones de negocio que satisfagan estas necesidades.

Definiendo también que el objetivo de cualquier empresa es maximizar el valor para los accionistas ( o sea lo que gano por la actividad) , todos podemos intuir que esto lo logramos de dos formas, aumentando los ingresos más que proporcionalmente con respecto al costo, reduciendo el costo más que proporcionalmente o sin reducir los ingresos, o una combinación de ambas.

Aplicando las dos definiciones anteriores la conclusión es que la empresa puede lograr ventaja competitivas (en mayor o menor medida perdurables en el tiempo) ejecutando cuatro tipos de acciones:

1) Búsqueda de nuevas eficiencias, básicamente orientada a reducción de costos, aunque también pudiera incrementar sus ingresos.

2) Búsqueda de capilaridad adicional, claramente orientada a llegar a más clientes o a los mismos a un costo menor .

3) Búsqueda de personalización de la oferta, básicamente orientada a mejorar la oferta a cada uno de mis clientes o segmentos de clientes para fidelizarlos y así asegurar mayores ventas, aunque también como una medida de reducción de costos por evitar gastos de venta, marketing, etc. en clientes que no lo serán.

4) Búsqueda de sinergia, esta es en realidad una aplicación de algunas de las medidas descriptas anteriormente, pero no solo hacia adentro de la empresa sino encontrando asociaciones que permitan reforzar los beneficios. Esta sinergia se puede dirigir básicamente a tres grandes rubros :

a) Productos complementarios
b) Canales complementarios
c) Comunidades complementarias



Ricardo H. Rodriguez integra el directorio de Hewlett-Packard Argenitna, con responsabilidad en las áreas de E-Services y Enterprise.

Publicado en el suplemento informático F1OnLine del diario Ámbito Financiero el 28-Mar-2001